Los edificios nuevos en Europa tendrán que ser autosustentables energéticamente a partir de 2019
Todos los edificios que inicien su construcción en la Europa comunitaria a partir del 1 de enero de 2019 deberán ser autosuficientes energéticamente y reducirán a cero las emisiones de gases nocivos a la atmosfera, como el CO2.
Este ambicioso objetivo acaba de ser aprobado por abrumadora mayoría de los eurodiputados en la revisión que tramita el Parlamento de la directiva (2002/91/EC) sobre eficiencia energética de los edificios. La reforma propuesta tiene que ser revisada por el Consejo de Ministros para su posterior aprobación definitiva por la cámara europea.
Estos cambios se producen mientras en España el Ministerio de Industria da los últimos toques al borrador de una ley para impulsar la eficiencia energética y el uso de las energías renovables en todos los sectores, incluida la edificación. Con anterioridad, la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación había introducido ya la obligación de aprovechar la energía solar en los nuevos edificios para calentar el agua sanitaria.
La iniciativa europea va mucho más lejos en la edificación bioclimática, un concepto acuñado en 1973, con la crisis del petróleo, que giró la vista hacia la arquitectura tradicional para reducir la dependencia del crudo. Pretende también que los Estados fijen objetivos intermedios para los edificios existentes.
Según la Comisión Europea, los edificios nuevos consumen en calefacción entre tres y cinco litros de combustible al año por metro cuadrado. Y en el caso de los existentes 25 litros. El consumo doméstico representa el 20% del gasto de energía final en España, según el IDAE. Ese porcentaje se eleva al 40% en el conjunto de la Unión Europea, según aparece en la explicación de motivos de la directiva que se reforma.