La controvertida posición de Japón abre un espacio de reflexión en la COP16
La continuidad o no del Protocolo de Kioto –acuerdo creado en 1997 y aprobado en el 2005 con la ratificación de Rusia- representa una de las discusiones más complicadas en las negociaciones de la COP16.
Recordando un poco, lo que este Protocolo propone es la reducción de las emisiones de los países desarrollados en 5.2%,en comparación con las emisiones de 1990. El primer periodo de compromisos va del 2008 al 2012 y durante esta reunión se debe discutir la arquitectura básica de la segunda etapa de compromisos del protocolo, que, en teoría, tendría que empezar en diciembre del 2012 y llegar al 2017.
Uno de los temas principales que obstaculiza el proceso de las negociaciones internacionales son las tan diferentes opiniones sobre si Kioto debe continuar o no. Por ejemplo, hay un grupo de países que apuestan por continuar el Protocolo y donde se encuentran la mayoría de los países en desarrollo. Sin embargo, los
países desarrollados no se sienten listos para dar a conocer cuáles podrían ser sus alcances, roles, y si de continuar el Protocolo podrían apoyarlo. Aquí, la figura de Japón toma una relevancia extrema, el país nipón ha sido claro al expresar que “bajo ninguna circunstancia negociaran un segundo periodo para Kioto”.
Mientras muchos países se cortan las venas y denuncian que Japón obstaculiza el proceso de las negociaciones, realmente deberíamos alegrarnos de que un solo país ha levantado la voz siendo honesto
dando a conocer su postura. Mil veces preferimos conocer la base desde donde se puede negociar a seguir como un topo ciego cavando en la completa obscuridad del desconocimiento y creando estrategias de negociación poco efectivas.
Sin embargo, pareciera que dentro del marco de las negociaciones de Naciones Unidas, la honestidad no se agradece, será que seguimos tan ciegos que no nos damos cuenta de la oportunidad que representaría conocer la verdadera postura de la Unión Europea, Rusia, China, Brasil, México. Basta deformas políticamente correctas, el tiempo de actuar llego ya e indudablemente Japón no está solo en esa postura, sólo que ha sido el único que la compartió de manera inmediata. Ojalá todos los países hicieran lo mismo, seguir pensando que vamos a lograr un segundo periodo de Kioto resulta por decir lo menos ingenuo. Es innegable que los países desarrollados no están dispuestos a dar más dinero a los países en desarrollo, principalmente a los de economía emergente, donde se encuentran China, México, Brasil, India, Corea y Sudáfrica ya que representan competidores directos a sus industrias. Si a esta situación sumamos el hecho de que muchos países en desarrollo se niegan a rendir cuentas sobre las acciones que realizan para disminuir sus gases de efecto invernadero hasta que reciban apoyo financiero y tecnológico no nos asombra que en esta COP16 los avances en el proceso de negociación vayan tan lentos.
Esperamos que este nuevo aire brindado por la honestidad, aunque brutal de Japón, sirva para traer mayor movimiento a esta negociación y que logremos al menos una arquitectura básica camino a Johannesburgo.