Berlín es la ciudad europea con mejor calidad del aire
Un estudio reciente sobre calidad del aire en ciudades europeas, elaborado por grupos ambientalistas y de consumidores de Alemania, señala que la ciudad con mejor calidad de aire es Berlin, seguida de Copenhagen, Estocolmo, Viena y Zúrich, mientras que las peor calificadas son Londres, Madrid, Düsseldorf, Milán y, ocupando el último lugar, Roma.
El estudio, que se presentó después de que Barack Obama postergara la legislación para obligar a las ciudades de los Estados Unidos a limpiar su aire, señala que la mala calidad del aire en Europa provoca al año cerca de 500 mil muertes prematuras y genera costos de hasta 790 millones de euros. Los resultados de este estudio son consistentes con dos estudios oficiales sobre la calidad del aire que se publicaron este año en Europa y Gran Bretaña.
Las 17 ciudades incluídas en la lista fueron calificadas de acuerdo con las acciones que han tomado para reducir el hollin entre 2005 y 2010, cuando entraron en vigor los nuevos límites europeos para partículas (PM10). Además se tuvieron en cuenta nueve criterios que incluyen la gestión del tráfico, la transición hacia un transporte público sustentable y la información pública.
Londres se ubica como una de las ciudades europeas menos saludables, debido a su falta de acciones para hacer frente a las partículas letales producto de los vehículos a diesel. El estudio señala que la sede de los Juegos Olímpicos de 2012 ha sufrido un retroceso desde hace seis años en las medidas para hacer frente a la contaminación. La capital inglesa ha reforzado su zona de bajas emisiones para vehículos pesados, además de promover el uso de la bicicleta y de la realización de trayectos cortos a pie. Sin embargo, ha reducido el 50% de su zona de peaje urbano, reducido los planes para autobuses híbridos y ha realizado grandes aumentos en los precios del transporte público.
Para conocer más sobre la calidad del aire, les invitamos a visitar el sitio Respira México, donde encontrarán información interesante al respecto.
Vía: The Guardian