México haz algo

En una misión inédita, representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar) visitarán la reserva marina de Cabo Pulmo, los próximos días 14, 15 y 16 de noviembre, con el fin de evaluar los impactos potenciales y acumulativos de desarrollos inmobiliarios turísticos como Cabo Cortés.

Ante las autorizaciones irresponsables de proyectos inmobiliarios otorgadas por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la falta de justicia ambiental que prevalece en el país, la comunidad de Cabo Pulmo (Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo), las organizaciones AIDA, Cemda, WiLDCOAST/COSTA SALVAjE y Greenpeace y académicos, entre otros, recurrieron a instancias internacionales para promover que se evaluaran estas amenazas y se emitieran recomendaciones al gobierno mexicano. 

La misión conjunta estará formada por Marc Patry, representante del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco; Allen Putney, vicepresidente de Patrimonio Mundial de Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN, y María Rivera, consejera principal para las Américas de la Secretaría de la Convención Ramsar. Los integrantes de la misión se reunirán con el secretario de Medio Ambiente, Rafael Elvira; Luis Fueyo, titular de la Conanp; representantes del gobierno de BCS; Antonio Agúndez, presidente municipal de Los Cabos; académicos, la comunidad, ONG y con el consejo empresarial de Los Cabos, incluyendo a Hansa Urbana.

“Con esta visita, Cabo Pulmo estará en la mira internacional. Es la primera vez que se realiza una misión conjunta de este tipo en México, lo que reafirma la importancia que tiene la reserva marina de Cabo Pulmo y la necesidad de revocar la autorización de Cabo Cortés, proyecto turístico depredador. Es lamentable que hayamos tenido que denunciar las acciones irresponsables del gobierno mexicano y la falta de interés de la Semarnat por defender los recursos naturales del país, pero no nos quedó otra alternativa”, dijo Fay Crevoshay, directora de comunicaciones de WiLDCOAST/COSTA SALVAjE.

«Confiamos en que la misión Ramsar/Unesco sobre Cabo Pulmo hará entender al gobierno mexicano lo que no ha querido escuchar de nosotros y de los tribunales: Que el proyecto Cabo Cortés contraviene el marco legal ambiental y representa un serio riesgo para Cabo Pulmo», señaló Gustavo Alanís, presidente del Cemda.

“Demandamos al gobierno mexicano no actuar como lo hizo a principios de este año, cuando una misión de Ramsar visitó por segunda vez Marismas Nacionales. En aquella ocasión no se invitó a las organizaciones de la sociedad civil a participar y hasta la fecha se nos ha negado acceso a las recomendaciones hechas por esta instancia internacional. Esta vez exigimos que se transparente la visita”, afirmó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos y costas de Greenpeace México.

Desde 2005 Cabo Pulmo fue integrado a la lista de Patrimonio Natural de la Humanidad de la Unesco y en 2008 a la lista de la Convención Ramsar para la Conservación de Humedales de Importancia Internacional. Por ello, México tiene obligaciones que debe cumplir con ambas convenciones. En mayo pasado, la Unesco envió ya una petición dirigida al delegado de México ante dicho organismo, Carlos de Icaza, con copia al titular de la Conanp, Luis Fueyo, y al director del Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco, Kishore Rao, solicitando información detallada de las posibles afectaciones que causaría el megaproyecto autorizado a los ecosistemas marinos.

Cabo Pulmo alberga los arrecifes coralinos más importantes del Golfo de California y ha sido catalogada como la reserva marina más saludable del mundo. Lleva 15 años siendo una zona protegida por los propios habitantes de la región y hoy está llena de vida y es un importante centro de ecoturismo. Pese a ello, la Semarnat autorizó la construcción de Cabo Cortés, con más de 27 mil habitaciones, dos campos de golf y una marina interior para 490 embarcaciones, en una superficie de 3 mil 814 hectáreas a un lado de la reserva marina de Cabo Pulmo.

Cabe señalar que cada día son más las voces que se han sumado a la defensa de Cabo Pulmo: científicos como Julia Carabias y Exequiel Ezcurra; líderes de opinión como John F. Kennedy Jr., Homero Aridjis e Iván Restrepo, el pleno del Senado de la República, académicos e inclusive expertos de la propia Semarnat. Todos han reafirmado que el megadesarrollo Cabo Cortés afectará negativamente al arrecife de Cabo Pulmo.

Exequiel Ezcurra, presidente del Consejo nacional de áreas protegidas y miembro del sistema nacional de investigadores de México, señaló que “el proyecto de Cabo Cortés no se debe realizar porque pone en riesgo la vida del arrecife de Cabo Pulmo y cuestiona severamente la salud ecológica de la región. Afectará la zona más productiva del golfo”.

Las organizaciones finalizaron exigiendo al gobierno mexicano transparencia durante la visita y ser escuchados como actores relevantes en la protección de Cabo Pulmo.