México haz algo

La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) reconoció –luego de más de un año de investigaciones y críticas de organizaciones de la sociedad civil– que la pesca incidental es la principal causa de mortandad de tortugas caguama o amarillas en el Golfo de Ulloa, en Baja California Sur.

Y es que la interacción de las tortugas con las redes de pesca representa el elemento preponderante de su muerte, al quedar atrapadas bajo el agua sin poder salir a respirar.

A decir de Luis Fueyo Mac Donald, titular de la Conap, los expertos que realizan estudios desde mayo 2013 no encontraron presencia de algas tóxicas, marea roja o enfermedades que expliquen la muerte de ejemplares de esta especie en peligro de extinción.

En una nota publicada el día de hoy en el Excelsior, se menciona el reportaje que este medio realizó a mediados del año pasado sobre las muertes recurrentes de estos animales marinos en Baja California Sur, que, a decir del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), sumaron poco más de tres mil ejemplares que aparecieron varados en la playa entre 2012 y 2013.

Ya entonces, Alejandro Olivera Bonilla, encargado de Políticas Públicas del Cemda Noroeste, señalaba que no se debía perder tiempo en hacer nuevas investigaciones ya que existía suficiente evidencia científica y reportes –tanto de México como de Estados Unidos– que ubicaban la pesca incidental como la razón primordial de la mortandad de las tortugas en esa zona.

Asimismo, el experto alertaba sobre el riesgo que corría el País de ser sancionado por el gobierno de Barack Obama con un embargo pesquero en atún o camarón, a solicitud de grupos conservacionistas y congresistas estadounidenses –quienes se basaron en datos difundidos por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, que identificó a México como un lugar en el que se realizan actividades de pesca con captura incidental de recursos vivos marinos protegidos.

Por ello, Fueyo Mac Donald dijo que ya se trabaja con la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) en un modelo de ordenamiento de la actividad de la región.

Asimismo, mencionó que se afinan las nuevas medidas regulatorias y se ponen en regla a todas las cooperativas con un nuevo régimen, para conocer cuánta población puede soportar el ecosistema para que la pesca no implique la muerte de tortugas a los niveles que se han presentado.

“Concluimos una etapa de un año de investigaciones y no podemos esperarnos eternamente a más estudios, tenemos que ir ordenando las actividades y protegiendo los recursos; con la información recabada hasta ahora estamos tomando decisiones como gobierno”, apuntó en entrevista con el periódico mexicano.

Por ello, también aseguró que la Conap está abierta a herramientas de conservación más efectivas y a usar todas las opciones que permite la Ley General de Vida Silvestre, la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable y la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Vía: Excelsior