México haz algo

Hace unos días, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) realizó una Audiencia sobre la Destrucción del Patrimonio Biocultural (PatBio) de México que está siendo causada por el desarrollo de diversos megaproyectos, así como por la ausencia de legislación y políticas públicas culturalmente adecuadas para los pueblos indígenas y comunidades equiparables.

El pasado 12 de agosto, catorce organizaciones de la sociedad civil solicitaron a la CIDH dicha audiencia con el fin de alertar sobre un patrón sistemático de violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas y campesinos, el cual está siguiendo el Estado mexicano y ha empezado a generar la destrucción del PatBio del país. En la audiencia se pronunciaron representantes de la socieda civil pertenecientes al Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) y la organización Muuch Kambal A C.; por parte del Gobierno federal, se hicieron partícipes la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Secretaría de Energía (SE), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM).

En la Audiencia, el Estado mexicano calló sobre cuestiones trascendentales como (i) la falta de consulta previa de medidas legislativas que afectan a los pueblos indígenas y sus comunidades, (ii) las concesiones mineras y de agua otorgadas a particulares sin garantizar el derecho a la consulta previa, (iii) la ausencia de política pública que fomente la agricultura indígena y campesina y (iv) la falta de protección de los defensores ambientales y de derechos humanos. Asimismo, cínicamente afirmaron que el uso de organismos genéticamente modificados es seguro, pues existe evidencia que los contradice.

Leydi Pech, indígena maya de la organización Muuch Kambal, dijo que su pueblo defiende su territorio ancestral contra los daños causados por la expansión de la agricultura industrial y transgénica en la Península de Yucatán. Asimismo, la Dra. Mariana Benítez, de la UCCS, recalcó la importancia del PatBio de México, en el que el maíz y la miel son piezas fundamentales, así como que el Estado mexicano fomenta una agricultura inadecuada sustentada en el uso de transgénicos.

Por su parte, Xavier Martínez Esponda, de CEMDA, resaltó el hecho de que el Gobierno haga caso omiso a la falta de reconocimiento de otros pueblos que no son indígenas y que igual necesitan protección, entre los que se incluyen campesinos, pescadores y comunidades afrodescendientes. Finalmente, Andrea Cerami, también de CEMDA, afirmó que este patrón de violación ocasiona grandes conflictos socioambientales y jurídicos, los cuales se traducen en ataques e intimidaciones en contra de los defensores ambientales y comunitarios que protegen su territorio y su PatBio. Desde el año 2013 hasta abril de 2014, el CEMDA ha registrado un incremento en las agresiones a defensores ambientales, siendo 82 los casos reportados en 16 meses dentro de 22 estados de la República.

El Estado sólo dijo que es cierto que los pueblos indígenas viven marginados y que por eso trabajan en la implementación de consultas previas, afirmando haber realizado sólo 108, siendo que son 15 millones los mexicanos que pertenecen a algún grupo étnico. También dijeron trabajar en una unidad especial de consulta en la Secretaría de Energía para los proyectos de hidrocarburos; y piensan aplicar una reforma a la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

En resumen, el Gobierno está actuando bajo el régimen de este patrón sistemático atentando contra los derechos fundamentales de los habitantes de esa región, y además, es causante directo de la destrucción del PatBio acarreada por estas acciones. Esto demuestra que el Estado pluricultural en México no existe, ya que las autoridades se han negado a respetar y garantizar el derecho de los diversos pueblos de México a decidir sobre su PatBio y su desarrollo.