ONGs hacen llamado urgente al senado para aprobar Ley de Transición Energética
El 20 de diciembre de 2014 finalizó el plazo legal estipulado constitucionalmente para que el Congreso de la Unión diera luz verde a la iniciativa en materia energética, o en su defecto, a las reformas realizadas a varias leyes del llamado “paquete verde” de la reforma energética.
Por ello, organizaciones de la sociedad civil hicieron un llamado al Senado de la República para que dé su aprobación a la Ley de Transición Energética (LTE) ahora que comience el mes de febrero, la cual ya fue votada en la Cámara de Diputados y engloba la normatividad referente a la reforma, cuyo eje principal es el aumento del uso de fuentes renovables y eficientes de energía. La Ley también permitirá dar cumplimiento a las metas establecidas para reducir las emisiones promotoras del cambio climático dentro del sector energético.
Fue el 25 de noviembre del año pasado cuando las ONGs hicieron entrega de la Declaratoria a favor de más energías renovables y menos combustibles fósiles a las legisladoras Lourdes López Moreno y Marisa Ortiz Mantilla, Presidenta y Secretaria de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, respectivamente, de la que se desprenden varios elementos que fueron incluidos en la LTE (que ya aprobaron los diputados).
No obstante, el Senado de la República ha pospuesto esta tarea hasta el 1 de febrero, cuando dará inicio el periodo ordinario de sesiones, situación que ha hecho que la sociedad civil urja a las comisiones de Energía y de Medio Ambiente para que den cumplimiento legal y voten la LTE a la brevedad. Al tener carácter de Ley, las organizaciones pidieron la intervención de la Comisión especial de Cambio Climático para que se facilite su aprobación.
Mariana Castillo, analista de Política Pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), expuso que el Senado de la República ha hecho a un lado la legislación requerida para crear vías hacia una economía de bajo carbono. Explicó que una Ley como ésta es fundamental ya que permitirá que México genere una visión de largo plazo en el ámbito energético, lo que ayudaría a independizarnos del petróleo y a incentivar la transición energética y las energías renovables, contribuyendo así a cumplir los compromisos establecidos por el país a nivel internacional en lo que respecta a la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y al combate al cambio climático.
Asimismo, Jorge Villarreal, especialista en la Iniciativa Regional Climática para América Latina (LARCI, por sus siglas en inglés), declaró que México cuenta con un importante potencial de energía renovable, cuyo desarrollo ha sido limitado históricamente por la falta de un marco legal y político adecuados. Añadió que La Ley de Transición Energética señala metas específicas en materia de renovables que atraerían inversiones; también proyecta una estrategia de redes inteligentes para el desahogo adecuado de la generación eléctrica renovable, haciendo frente a uno de los principales obstáculos presentes en el sector, lo que fortalecería el marco de la eficiencia energética. Villareal concluyó que la LTE abre un nuevo panorama al desarrollo de la generación distribuida, permitiendo la instalación de paneles solares en las casa, comercios y pequeñas empresas, hecho que democratiza la generación de energía eléctrica.
Por su parte, Alberto Rojas, responsable de energía y cambio climático de Greenpeace México y enlace legislativo de la organización, comentó que la iniciativa representa un avance para el fomento de energías renovables en México, pero que solo será posible si se mantiene la voluntad de los legisladores para modificar, lo más pronto posible, la definición de energías limpias dada por la Ley de Industria Eléctrica, pues la LTE se basa en dicha definición, por lo que si no se modifica ese concepto, se fomentarían indirectamente fuentes contaminantes como la energía nuclear. Rojas considera que “retrasar el dictamen y aprobación de la LTE, dejaría en evidencia el desinterés del Senado por alcanzar una verdadera transición energética y nos mantendrá sujetos al vaivén de los hidrocarburos, situación que mucho daño le hace al país y al ambiente”.
Las organizaciones han exigido a los senadores que no cedan ante las presiones de los sectores que quieren retrasar la transición energética en México, y que no eviten el compromiso pactado para luchar a nivel global contra la amenaza que el cambio climático ejerce sobre nuestra supervivencia, pues las personas que anteponen sus intereses al bienestar de la población, no solo de México sino del mundo, deben de ser detenidas dentro del marco legal.