México haz algo

Diversas organizaciones de la sociedad civil, entre ellas la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua -de la cual es integrante el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA)-, La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (LAVIDA), Greenpeace México y la Asociación Humanitaria Internacional, entre muchas más, firmaron un pronunciamiento en defensa de la vida, agua y territorio, a fin de prohibir la fractura hidráulica para la extracción de hidrocarburos en el estado de Veracruz, así como en todo el país.

Esta técnica, mejor conocida como fracking, ocasiona daños irreversibles al ambiente y a la salud, impidiendo el goce de condiciones de una vida digna, así como del cumplimiento y realización de los Derechos Humanos para las generaciones presentes y futuras. Esto es demostrado por el amplio historial de pasivos ambientales causados por actividades exploratorias y extractivas de PEMEX en ese estado. A esto, sumémosle estudios recientes que está llevando a cabo el país vecino (EU) en la región.

Estados Unidos es la nación que más ha explotado esta técnica, la cual fue recientemente prohibida por los daños ocasionados y comprobados en el estado de Nueva York. La entidad norteamericana se ha sumado a la lista de más de 450 resoluciones locales contra el fracking en dicho país.

En el caso de México, Veracruz resultaría como una de las entidades más afectadas. Datos de la Secretaría de Energía de las Rondas 0 y 1 de asignaciones petroleras, muestran que 43% del territorio estatal, 80% de las tierras ejidales, 38% del territorio del pueblo Totonaca, 31% del Popoluca y 20% del Náhuatl y Huasteco se encuentran sujetos a esta amenaza.

Con información de la Agencia de Información de Energía (EIA por sus siglas en inglés), elaborada por la Corporación Internacional de Recursos Avanzados (ARI por sus siglas en inglés), el fracking ha sido autorizado en 21 cuencas hidrográficas y 11 acuíferos de la entidad, vulnerando sustancialmente el Derecho Humano al Agua y a un Ambiente sano. Adicionalmente, si se iniciara la extracción comercial mediante esta técnica, el territorio se vería totalmente comprometido, y no habrá manera de contrarrestar su deterioro. La vaga y persuasiva idea de desarrollo por parte de las autoridades federales y estatales ha permeado su visión hacia los intereses de empresas petroleras trasnacionales, que solo buscan enriquecerse a costa de los montes, ríos y cultivos de la región (igual que los funcionarios públicos involucrados), dañando de manera irreversible el ambiente y la calidad de vida de los veracruzanos.

Por ello, el papel de la sociedad veracruzana es clave en todo este proceso, por lo cual debe pronunciarse al respecto, tomando en cuenta la cercana apertura de la Ronda 1 establecida por la Secretaría de Economía. Las autoridades han actuado como cómplices del despojo, pues en lugar de actuar en defensa del pueblo, su salud y el ambiente, elementos indispensables para la reproducción de la vida, han hecho todo lo contrario.

Las organizaciones han advertido en el documento que el fracking no viene solo, pues aunado a éste, se pretende desarrollar una gran cantidad de proyectos extractivos, entre ellos gasoductos e hidroeléctricas, los cuales agravan los impactos sociales y ambientales en el estado.

También señalaron que seguirán trabajando arduamente para que se respeten los Derechos Humanos y Ambientales de los y las veracruzanas que constituyen la entidad. Las organizaciones han exigido a los Diputados Locales votar a favor de la Iniciativa de Ley Contra el Fracking para su discusión en el Congreso Federal. Asimismo, han pedido a las autoridades agrarias, ambientales y municipales abstenerse de liberar o facilitar cualquier trámite que permita el uso de esta técnica en la entidad.

Por último, exhortaron a la ciudadanía en general a que se informen sobre esta técnica extractiva, difundan la información con las redes a su alcance y se manifiesten en contra del despojo. ¡El agua y la vida valen más que todo el petróleo y gas del mundo! ¡Ni aquí ni allá, ni hoy ni nunca! ¡No al fracking!