Desarrollan dispositivos ecológicos que «cosechan» energía
El Centro de Investigación en Materiales Avanzados (CIMAV) unidad Monterrey, en Nuevo León, está desarrollando cosechadores de energía, que son dispositivos ecológicos capaces de capturar y aprovechar, en su totalidad, la energía eólica, térmica y lumínica de manera eficiente.
Liliana Licea Jiménez, directora del CIMAV, destacó en entrevista que el proyecto fue puesto en marcha debido a que la energía que presenta el sol, el viento o el cuerpo humano no se aprovecha correctamente.
Indicó que los «cosechadores de energía» son dispositivos que acumulan, almacenan, acondicionan y administran esta energía de forma efectiva y eficiente, suministrándola para que pueda ser usada en la realización de tareas útiles.
La investigadora dijo que el dispositivo busca captar toda la energía que hay en el aire y que no se utiliza, para mejorar su aprovechamiento.
Explicó que la «cosecha energética» es el proceso mediante el cual se captura la energía existente en el ambiente. Si se requiere, es posible almacenarla para energizar pequeños dispositivos autónomos.
Las tecnologías que aprovechan este tipo de captura energética incluyen la fotovoltaica, termovoltaica, piezoeléctrica y electrodinámica, entre otras más, que actualmente se utilizan en diversas aplicaciones.
“Este proceso de cosechar energía ha sido una fuente energética con gran potencial en los últimos años, debido a que la tecnología desarrollada para el cosechamiento de energía se ha convertido en más sofisticada y eficiente […] Así como la tecnología para guardar la energía cosechada, como son los supercapacitores y baterías de película delgada, resultan más eficientes y menos costosos”, enfatizó la experta.
El cosechador ayudará en la creación de dispositivos electrónicos de baja potencia, perpetuos y libres de mantenimiento, entre los que figuran sensores inalámbricos. Esto a través de la captura de energía de desperdicio que se halla en el medio ambiente, proveniente de fuentes disponibles como iluminación, diferenciales de temperatura, vibraciones y ondas de radio.
Licea Jiménez subrayó que el dispositivo está compuesto por materiales nanoestructurados creados en los laboratorios del CIMAV, para su aplicación en los dispositivos cosechadores de energía, incluyendo energía fotovoltaica, termoeléctrica y radiofrecuencia.
Aunque aún desconocen el mercado para comercializar los dispositivos, el CIMAV y la doctora esperan llegar a un usuario final en un futuro cercano.
La especialista refirió que la cosecha de energía de fuentes naturales podría implementarse en aplicaciones remotas, sensores de todo tipo, dispositivos médicos y para alimentar equipo electrónico o de cómputo.
“El dispositivo puede tener inagotables usos, lo más interesante es que será una fuente de energía de cierta forma gratuita, siempre y cuando sea diseñada e instalada de manera apropiada”, finalizó.
Fuente: Agencia Informativa CONACYT