Descubren en Nayarit nueva especie de rana de árbol
El doctor Víctor Hugo Luja Molina, quien es científico de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y especialista en el uso, manejo y preservación de los recursos naturales, dio a conocer que descubrieron una nueva especie de rana de árbol en la Reserva Ecológica del Cerro de San Juan, ubicada en el municipio de Tepic de dicha entidad.
En una entrevista, el investigador destacó que la nueva especie es diferente a las registradas debido a su aislamiento geográfico.
“Encontramos una ranita que tenía 70 años que no se había encontrado en el estado, luego la trabajamos a nivel molecular con investigadores de la Universidad de Washington y la Universidad de Texas en Estados Unidos, así como con profesores de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y resulta que es una especie nueva”, comentó Luja Molina.
Asimismo, refirió que la especie registrada cambiará de nombre con respecto al registro inicial, pues el trabajo taxonómico estableció diferencias genéticas.
“Esta es una especie que le llaman ranita de pliegue mexicana (Plectrohyla bistincta), pero ahora se le va a cambiar el nombre, y esperamos que en el transcurso de este año salga la publicación científica para darle difusión”, señaló.
El científico detalló que deben bautizarla con diferentes nombres porque estaba encubierta dentro de un complejo de especies, y ahora deberán separarse al ser distintas genéticamente, ya que no pueden reproducirse entre ellas y cada una recibirá un nombre distinto.
Luja Molina indicó que la zona más biodiversa y abundante en anfibios de Nayarit es la planicie costera, donde predomina la rana Leptodactylus.
En contraste, estos animales son menos abundantes en las sierras, pues son sitios con elevaciones más notorias y temperaturas más bajas. Sin embargo, por las características del lugar existen algunas ranas de arroyo.
El investigador informó que en los bosques de pino y encino hallaron ranas de hojarasca, de la familia Craugastoridae, así como una especie de salamandra de la familia Ambystomatidae, pero aclaró que la abundancia de especies ocurre en función de las condiciones geográficas del estado.
“Estamos trabajando en todo el estado porque no sabemos dónde están los anfibios, estamos visitando todos los municipios, hay unos de mayor acceso que otros; pero este año nos vamos a enfocar en las serranías y en los límites con estados vecinos”, expuso.
El académico subrayó que además de los servicios ambientales que otorgan las ranas u otros anfibios, como el control de plagas, se descubrió que en la sierra nayarita los curanderos o mark’ames de las etnias náyeri y wixárika las usan como remedios para curar llagas y heridas.
“Algunos curanderos en la sierra usan sapos para aliviar cortadas, llagas y estas cosas; en las partes bajas de la planicie las comen, pero ahí generalmente son personas que vienen de otros lugares a trabajar; aún no se han encontrado muchos datos sobre los usos que les dan las personas”, enfatizó.
De manera paralela, el experto lleva a cabo una investigación con datos ecológicos a fin de conformar la primera guía de campo de especies anfibios en Nayarit.
Tal estudio comenzó en 2012, y se enfoca en la localización y registro de especies de anfibios como ranas, sapos, salamandras y cecilias que habitan en el estado, así como en determinar su abundancia junto con la obtención de otros datos ecológicos.
Hasta el momento, el registro estatal alcanza ya 37 especies, de las cuales 21 son endémicas de México y 11 están catalogadas como especies protegidas por leyes nacionales e internacionales.
La guía establecerá la localización de especies locales y tiene como fin proponer alternativas de manejo y conservación de las mismas, aseguró Luja Molina.
“Este año espero recorrer algunos lugares y ya podamos publicar la primera Guía de campo de los anfibios de Nayarit; quiero hacerla didáctica, con fotografías y sonidos, porque los cantos pueden ser interesantes y eso ayudaría a que los guardaparques y vigilantes puedan saber qué especies tienen ahí”, concluyó.
Fuente: Agencia Informativa CONACYT