Investigación de espeleólogo mexicano será financiada por National Geographic
Un increíble proyecto del investigador Rafael Antonio López Martínez, del Instituto de Geología (IGL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será financiado por la National Geographic Society, el cual busca desarrollar la primera expedición karstológica internacional liderada por México, a fin de explorar y estudiar cuevas profundas de la Sierra de Zongolica, Veracruz y su uso como indicadores en la evolución del paisaje.
Al lado de un grupo multinacional y multidisciplinario de expertos de México, Polonia, Bélgica y España, el científico especializado en rocas calcáreas realizó la expedición durante el mes de abril.
López Martínez dio a conocer que en ese lapso exploró y estudió tres cuevas profundas, con la particularidad de tener un sifón terminal, es decir, que el paisaje deja de ser seco para volverse inundado a lo largo el año.
Detalló que la formación de karst en rocas carbonatadas, como las que hay en estas cuevas, propiciaría la formación de cavidades naturales que facilitan la circulación de aguas freáticas, que se infiltran al subsuelo para crear grandes depósitos subterráneos.
Dichas cavernas constituyen ambientes únicos, aislados y estables que conservan registros de la historia de la Tierra y la presencia de asentamientos humanos, comentó López.
Entre Puebla y Oaxaca hay otras cuevas, que los estos expertos también pretenden explorar para realizar estudios kársticos, y así determinar los cambios que han ocurrido en la evolución del paisaje desde hace un millón de años.
Son pocos los estudios concretados en este rubro, por lo que entender cómo funcionan estos sistemas ayudará a comprender fenómenos naturales como el ocurrido en el Río Atoyac, en marzo pasado, el cual “desapareció” en menos de 48 horas en la zona montañosa central de Veracruz.
Asimismo, permitirá diseñar estrategias para aprovechar mejor el agua o mitigar problemas de contaminación, y ayudará a hacer registros paleontológicos, paleoclimáticos y paleogeográficos.
“Se trata de grutas de entre 600 y 700 metros de profundidad que terminan en un sifón que se inunda totalmente, por lo que fue necesario hacer operaciones especiales de buceo, lo que requirió del traslado de casi dos toneladas de equipo hasta el sitio: cientos de metros de cuerda e instrumentos científicos y de buceo”, refirió el científico.
Los investigadores hicieron una topografía detallada y estudios morfológicos de las cuevas, describiendo cómo es el terreno y cuál ha sido su evolución. Esto contribuirá a determinar los levantamientos que tuvo la zona durante la época del cuaternario o si hay una desviación en la dirección de los ríos.
Además, con base en sedimentos de esos sitios, el grupo pretende hacer un registro paleoclimático y fechamiento de espeleotemas como estalagmitas (formaciones de piedra calcárea que contienen información química vital sobre el clima del pasado).
Dichas estructuras son determinantes para saber cómo el agua disuelvió poco a poco la roca y trazó conductos a manera de ríos subterráneos durante miles de años. La mayoría del agua que se halla al interior de la Sierra de Zongolica es subterránea.
“Es un proyecto complejo. Nos tomó más de un año su preparación porque es difícil bucear en este tipo de cuevas […] Son pocos los buzos a nivel mundial capaces de realizar este trabajo, al igual que los científicos que pueden llegar y estudiarlas, pues tiene estructuras muy verticales, lo que dificulta su acceso. La técnica debe ser sumamente refinada”, finalizó López Martínez.
Fuente: Notimex