Un sistema natural impediría la acumulación excesiva de CO2 en la atmósfera
Una investigación llevada a cabo en el Atlántico Norte por expertos de la Universidad Yale, Estados Unidos, acaba de descubrir la evidencia geológica más clara hasta la fecha de lo que se ha descrito como una especie de termostato planetario, el cual podría contrarrestar el calentamiento global ocasionado, principalmente, por las inmensas cantidades de dióxido de carbono (CO2) liberadas a la atmósfera. El «termostato planetario» funcionaría a través de un mecanismo que puede absorber enormes cantidades de dicho gas de efecto invernadero, particularmente en los sedimentos rocosos terrestres.
Los autores del estudio analizaron los sedimentos del lecho oceánico frente a la costa de Terranova, corroborando la súbita liberación y posterior retirada de CO2 que se aconteció hace 56 millones de años, durante el periodo Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE). A lo largo de este evento se liberaron miles de petagramos de carbono a la atmósfera y al océano en tan sólo unos cuantos miles de años. Asimismo, muchos investigadores han considerado el fenómeno como el más parecido al aumento antropogénico actual en los niveles de carbono atmosférico.
Desde hace mucho se cree que cuando el planeta se calienta, como lo hizo durante el MTPE, hay un incremento en el ritmo de meteorización de la materia pétrea en la superficie terrestre, es decir, un conjunto de procesos geoquímicos que suele absorber el CO2 atmosférico, almacenándolo en estado mineral. Lo anterior reduce la concentración de CO2 en la atmósfera y propicia el enfriamiento del planeta, hasta que el mismo descenso de temperatura vuelve a disminuir el ritmo de meteorización a sus valores previos.
Los productos que se obtienen de este proceso incluyen iones disueltos, que la mayoría de los casos terminan en el mar, donde organismos como el plancton y los corales los transforman en carbonato de calcio. El carbono no es removido totalmente de la circulación hasta que el carbonato cálcico queda enterrado en sedimentos.
Fuente: Agencia ID