México haz algo

Versión escrita de la cápsula radiofónica de Margarita Campuzano y Tania Mijares, en Telefórmula.

Qué tal Patricia y Sofía, ¿cómo están? Esta semana, el tema de la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco volvió a ser noticia pues la secretaria de Energía, Rocío Nahle señaló que el jueves pasado, 1 de agosto, empezarían los trabajos.

Ante este hecho, es importante recordar que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) ha señalado que legalmente no se puede iniciar la construcción de la refinería, toda vez que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), aún no ha emitido el resolutivo de impacto ambiental correspondiente.

El trámite que deben seguir quienes desean llevar a cabo un proyecto que tendrá impacto sobre el medio ambiente, es presentar ante la autoridad ambiental correspondiente una Manifestación de Impacto Ambiental, en la cual se describen las actividades que se desean llevar a cabo, así como las acciones de mitigación que se piensan emprender para impactar en la menor medida posible al medio ambiente.

La autoridad, en este caso la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, analiza dicha Manifestación y emite un resolutivo que puede ser negativo, en caso de negar el permiso para iniciar las obras, o bien positivo. También puede dar su autorización, pero condicionada a que se lleven a cabo una serie de medidas previas.

En el caso de la Manifestación de Dos Bocas, es la ASEA, dependiente de Semarnat quien analiza el documento y, de acuerdo con lo que señala la ley, el análisis de la Manifestación de Impacto Ambiental debe concluir el próximo 11 de septiembre, o postergarse 60 días hábiles más en caso de que se encuentren inconsistencias.

El 17 de junio pasado, la ASEA inició la evaluación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el proyecto de Construcción de la Refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, que fue presentado por Pemex y elaborada por el Instituto Mexicano del Petróleo. De acuerdo con el sitio Trámites de la Semarnat, la MIA continúa en análisis; y según la legislación, el periodo de evaluación es de 60 días hábiles, pero puede postergarse hasta 90 días más, si la autoridad ambiental requiere más tiempo, por la magnitud de la obra.

Dado que la información que está contenida en la Manifestación es incompleta y tiene vacíos de información muy importantes, la ASEA debería solicitar más tiempo y pedir información, pues hay una serie de temas que no están debidamente resueltos.

Es claro que ésta es una obra que es prioritaria para el gobierno actual. Sin embargo, no se puede permitir que las prisas se impongan a la obligación que tiene la autoridad de respetar la ley y, sobre todo, de que las cosas se hagan atendiendo a su objetivo real que es proteger el medio ambiente y mitigar los efectos negativos.

«Hace dos semanas se cerró la consulta pública, y sigue corriendo el procedimiento de evaluación; estamos en el momento en esos primeros 60 días, donde la pelota está en la cancha de la ASEA», indicó Alanís. Consideró que por lo que se dio en la reunión pública y la consulta pública, «sería una obligación de ASEA pedirles información adicional, ya que; pero entendemos la presión de la Sener y Pemex sobre la ASEA que ha sido brutal, no quieren que se les pida información adicional y requieren de una autorización favorable en materia de impacto ambienta lo más pronto posible para llevar a cabo los trabajos».

«Una cosa es decir trabajos en campo, y otra cosa es decir estamos en la oficina planeando, diseñando, echando números; entonces, me parece que es una fanfarronada decir ‘vamos a iniciar’, cuando jurídicamente hablando y desde el punto de vista del impacto ambiental no se puede, están legalmente impedidos en tanto no tengan la autorización en materia de impacto ambiental», señaló Gustavo Alanís Ortega, director del CEMDA.

Incluso antes de tomar posesión del cargo, este gobierno violó la legislación ambiental, recordó el abogado ambiental, ya que en septiembre pasado, se llevó a cabo el desmonte de la vegetación natural y del manglar sin contar con las autorizaciones de impacto ambiental, ni la de cambio de uso de suelo en terrenos forestales, lo que calificó como un patrón que pretender seguir. «Hacer a un lado, minimizar, no darle su peso al marco legal, y al estado de derecho, que es lo que el presidente ha estado peleando».

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Gracias y buen fin de semana.