La riqueza de las naciones: capital natural, producido y humano en el mundo
Al montón de cuentas y cifras que aparecen cada año sobre los países, se le acaba de sumar una más, pero ésta es distinta, y dice mucho más de lo que hasta ahora se había presentado. Se trata del último reporte del Banco Mundial sobre La riqueza cambiante de las naciones, que reúne y analiza los números sobre los recursos con los que cuentan los países del mundo, y las posibilidades de mantener esos recursos a futuro, o sea, qué tan sustentable es esa riqueza.
La diferencia fundamental de este trabajo – que elabora sobre uno anterior, ¿Dónde está la riqueza de las naciones?, también del Banco Mundial – es que no habla sobre ingreso, como hacen otras cifras (el PIB, por ejemplo, de una u otra forma), sino sobre el capital que permite generar ese ingreso. Y no sólo habla sobre el capital como lo entendemos generalmente, como recursos financieros o maquinaria, sino de los recursos que permiten echar a andar la economía: capital producido (máquinas, puertos, carreteras, vehículos, servidores de Internet… infraestructura, en fin), capital natural (la tierra y sus cosechas, los bosques, los recursos no renovables, áreas naturales protegidas) y capital intangible (educación, salud, la calidad de las instituciones y la certeza legal de los ciudadanos, entre otras cosas que están ahí pero no se pueden “tocar”). Incorpora también en la cifra total, y la de cada uno de los componentes, las posibilidades de mantenerlos en el futuro, descontando la destrucción de capital y sumando la acumulación.
Además de la explicación sobre cómo se construyeron las mediciones, qué elementos se incorporaron y por qué son importantes, La riqueza cambiante de las naciones presenta la evolución de esta riqueza entre 1995 y 2005. Aunque muchas de las cifras podrían haber perdido algo de sentido tras la crisis de 2008 que sigue hasta ahora, el reporte dice mucho sobre el estado del mundo.
Mañana les presentaremos cómo ha evolucionado la riqueza de México, y algunas dudas que hacen que estas cifras, aunque utilísimas, tengan que tomarse con mucho cuidado.