Artes de pesca prohibida amenazan a manatíes en Veracruz
En el estado de Veracruz el manatí prácticamente se encuentra extinto, siendo el municipio de Alvarado el único municipio en el que todavía se puede encontrar a este mamífero marino. Según explica Blanca Elizabeth Cortina Julio, investigadora del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana, en el último conteo de individuos de esa especie en el humedal de Alvarado, realizado en el año 2000, se ubicó a 100 animales. Esta cifra podría ser ligeramente superior en la actualidad, apunta la especialista, pues en últimas fechas los habitantes del lugar han reportado el avistamiento de crías.
Sin embargo, Cortina Julio subraya que la falta de vigilancia en la zona y la utilización de prácticas prohibidas de pesca agravan la condición de peligro de extinción en el que se encuentra esta especie. «Hace falta vigilancia por allá y la gente utiliza artes de pesca prohibidas pese a que si a alguien se le sorprende cazando como tal al manatí, la sanción aplicable es cárcel de por vida», comentó.
En la década de los años 40 del siglo pasado, explica la investigadora, mensualmente en la zona se cazaban entre 15 y 17 especímenes, de los cuales se aprovechaba todo el cuerpo para diversos usos; gracias al aumento de las penas y el cuidado por parte de especialistas a este animal, la caza de este animal se ha logrado reducir considerablemente.
Sin embargo, Blanca Elizabeth Cortina subraya que este animal se encuentra en un grave peligro de extinción y en el estado solamente puede encontrarse en el humedal de Alvarado, “cuando nosotros llegamos a la zona hace 15 años, la gente lo cazaba para aprovechar la carne, los huesos y toda sus partes, pero a partir del proyecto se ha logrado un cambio de actitud en la región». Durante estos años, en colaboración con Enrique Portilla Cabrera –pionero en conservación de humedales en la entidad-, explicó que se han realizado talleres para concientizar a los habitantes del lugar y sensibilizarlos sobre la importancia de proteger a las especies presentes en el área, sobre todo aquellas que como el manatí enfrentan un grave peligro de extinción.
En este sentido, Enrique Portilla, señala que cuando se iniciaron los trabajos en la zona hace 15 años, la mayor parte de la gente desconocía el término “humedal”, y desconocía los beneficios que este ecosistema da a las zonas urbanas.