Actividad humana responsable del 55% de muertes de tortuga marina en Andalucía
En agosto pasado se hizo público el Informe del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino Andaluz, realizado por la Junta de Andalucía, España. El documento correspondiente al año 2012 señaal que en en la región la actividad humana, especialmente la pesca, ha tenido un impacto en la mortandad de cetáceos y tortugas.
El informe indica que en el 16% de las 232 necropsias realizadas en Andalucía a cetáceos entre el 2008 y el 2012 arrojaron que la muerte se debió a causa del hombre. Este porcentaje se dispara hasta un 55% en el caso de las tortugas muertas que se estudiaron en la zona. La captura incidental, destaca el estudio, parece constituir una amenaza sobre todo para el delfín común, el delfín listado, el delfín mular y la tortuga boba, todas ellas especies amenazadas; especial atención merece el delfín común ya que los resultados de las necropsias realizadas los últimos años muestran un porcentaje importante por esta causa (el 33 por ciento entre 2008 y 2012), que además parecen concentrarse en una zona concreta del litoral malagueño”.
El documento especifica que el 16% de muertes de cetáceos que corresponden a causas humanas es “considerable” y no debe subestimarse. Además de los cetáceos muertos por actividad del hombre, otro 49% murió por causa natural, 32% por causas desconocidas y se continúa investigando sobre el 3% restante.
Respecto a las tortugas, se señala que en el 55% de los casos estudiados la muerte se debió a la gravedad de las lesiones causadas por el hombre. El 41% de los casos se debió al enmallamiento, 11% a la interacción con hélices de embarcaciones o amputación de aleta, 3 por ciento a al ingestión de anzuelos, 18 por ciento por debilidad e hipotermia y un 11 por ciento adicional por problemas de flotabilidad. “Los resultados demuestran el importante impacto que la actividad humana provoca en esta especie y que desgraciadamente la gran mayoría de las tortugas afectadas no llegan a ser atendidas con vida”, afirma el informe.
En cuanto al varamiento de cetáceos y tortugas se registraron en la zona 81 casos y 103 respectivamente. Esto supuso una reducción del 50% con respecto al 2011. La costa del Golfo de Cádiz y la del Mediterráneo occidental presentaron el mayor número de varamientos, la primera zona concentró la mayoría de las tortugas varadas, mientras que en la segunda se dio mayoritariamente la aparición de cetáceos. El 93% de las tortugas varadas correspondieron a tortugas Caretta caretta (también conocidas como boba o caguama), el 7% restante correspondió a tortugas laúd.
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