Costo de los desastres causados por el cambio climático alcanzarán un tercio del PIB del mundo
El día de ayer el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas hizo público un nuevo informe en el que confirmó que el ser humano es responsable por el calentamiento global. Los expertos presentaron evidencias científicas sobre el aumento de la temperatura y el nivel del agua en los océanos, el aumento en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y la disminución de superficies de hielos y nieves en el mundo.
El equipo de científicos preveen que para finales de este siglo, siendo muy optimistas, el aumento de la temperatura mundial promedio será de 1.5 °C, algunos otros dicen que podría superar los 2 °C. Esto provocaría olas de calor más frecuentes, mayores precipitaciones en las regiones húmedas y menos lluvias en las zonas que ya son áridas.
El informe fue aprobado en Estocolmo por cien delegados gubernamentales después de cinco días de discusión, quienes consideraron inequívoco el calentamiento global y señalaron que las últimas décadas han sido las más calurosas de la historia. El documento fue lanzado el pasado viernes como parte del informe AR5, por sus siglas en inglés, que presentarán en cuatro distintas fases hasta noviembre de 2014, cuando lo publicarán finalmente en Copenhague.
Si no se logra controlar la sitaución, habrá “pérdidas catastróficas” que calculan alcanzarán un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo. Para evitarlo, se necesitan implementar herramientas que produzcan cambios reales, dijo Margareta Wahlström, representante de la ONU para la Reducción de Desastres.
Indicó que el impacto monetario de los desastres naturales para este siglo aumentarían a 25 billones de dólares”. Incluso si se adoptan medidas contundentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, en los próximos años viviremos con las consecuencias de las emisiones de carbono acumuladas”, aseveró.
También dijo que mientras las sequías son cada vez más severas, y su impacto mayor, se atenta contra la seguridad alimentaria de las zonas más vulnerables del planeta, como Sahel y el Cuerno de África. Recordó que los primeros diez años del siglo fueron los más calurosos de la historia y que la cifra de muertes por olas de calor en países europeos no tuvieron precedentes.