Detenida en la Cámara de Diputados la minuta de la Ley de Calidad del Aire y Protección a la Atmósfera
La minuta de la Ley de Calidad del Aire y Protección a la Atmósfera se encuentra detenida en la Cámara de Diputados, pendiente de revisión desde el 4 de febrero por las comisiones de Medio Ambiente y Cuenta Pública. Esto, pese a que desde finales de 2013 fue aprobada por los senadores.
Debido a que, desde 2009, el deterioro de la calidad del aire en México representa el mayor costo ambiental, aprobar una ley que gestione y disminuya los impactos económicos, ambientales y de salud es de suma relevancia. Así lo considera el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (Cemda).
La degradación ambiental por mala calidad del aire representa el 7 por ciento del PIB del País, es decir, 532 mil 679 millones de pesos al año, aproximadamente.
Por otra parte, de acuerdo con una publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en lo relativo a los costos ambientales de la contaminación del aire originada por el transporte, ha existido un avance en la mayoría de las naciones que la integran. No obstante, otros países, entre los que se cuenta México, han tenido un retroceso.
«Muchos de los esfuerzos por mejorar el aire que respiramos son competencia local por lo que una legislación que permita alinear y dirigir la política de mediano y largo plazo es indispensable», señaló Gabriela Niño, coordinadora de Política Pública del Cemda.
Asimismo, señaló que existe una oportunidad única para esta LXII legislatura, para que apruebe un marco regulatorio sólido, que se pueda mejorar e ir adecuando a las necesidades que se requieren en materia de calidad del aire.
El Cemda estima que una ley de este tipo requiere los instrumentos de planeación necesarios, por ejemplo, una estrategia nacional de calidad de aire, programas estatales, y mecanismos de coordinación entre los diversos órdenes.
Para garantizar el derecho a un medio ambiente sano y proteger la salud de la población más vulnerable –niños, ancianos y quienes padecen enfermedades respiratorias– es igualmente necesaria la vinculación de los sectores ambiente y salud.
El transporte y energía deben ser atendidos de forma particular para reducir los impactos negativos que provocan sus emisiones, tanto en sus etapas de generación como de consumo.
Es importante contar con instrumentos de transparencia, acceso a la información y comunicación de riesgo, así como mecanismos de seguimiento y evaluación de las políticas y acciones en materia de calidad del aire; entre otros requerimientos fundamentales.
«Estamos conscientes de que actualmente se está discutiendo lo relativo a la reforma energética. Sin embargo, esto no debe ser pretexto para postergar la discusión de otras leyes igualmente relevantes para el País como ésta que tiene que ver directamente con la salud y calidad del aire que respiramos», apuntó Niño.
Por ello, el Cemda hace un respetuoso llamado a los legisladores para que a la brevedad dictaminen y aprueben esta iniciativa, pues ya no es posible tardar más la atención a la mala calidad del aire que está ocasionando muertes de mexicanos, agravando problemas de salud, generando pérdidas para la actividad económica y retrasando la competitividad de nuestras ciudades.
En 2005, las muertes estimadas por ozono y partículas en nuestro País ascendían a 17 mil 954 y para el 2010 los números se elevaron a 21 mil 594.
Los impactos en salud por la contaminación del aire en zonas urbanas continúan incrementándose, vislumbrando este problema como la principal causa de mortandad prematura a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado mes de marzo, que en 2012 unos 7 millones de personas murieron como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica.
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Vía: Respira México