México haz algo

Un tema con el que casi siempre iniciamos el año comentando en este espacio son las contingencias ambientales que ocurren en la Zona Metropolitana del Valle de México, debido a la contaminación ambiental, que se combina con la llegada del invierno.

En este caso, la Ciudad de México y Toluca ya han incurrido en declaratorias de contingencia en los últimos días de diciembre y los primeros días de este año 2020.

El 25 de diciembre, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México decretó la fase preventiva de contingencia ambiental debido a que rebasamos la norma en lo que se refiere a las partículas ultrafinas denominadas PM2.5. Por su parte, en el Estado de México se decretó contingencia ambiental el 1 de enero también por elevados índices de partículas PM2.5 en las zonas metropolitanas del Valle de Toluca y Santiago Tianguistenco.

La combinación del denominado efecto invernadero con los elevados índices de contaminantes que se emiten diariamente en la Zona Metropolitana del Valle de México ocasiona que el primer trimestre del año los habitantes de esta región estemos expuestos a peligrosos niveles de contaminación en el aire, que se reflejan en el incremento de enfermedades respiratorias, particularmente en la población más vulnerable como son los niños, niñas y adolescentes, así como las personas de la tercera edad y aquellas con afecciones respiratorias.

No abona nada que en este contexto, el gobierno nos haya anunciado muy en secreto al terminar el año que la Comisión Reguladora de Energía, la CRE, decidió anular su Acuerdo con Petróleos Mexicanos, donde éste se comprometía a tener diésel de ultra bajo azufre en todo el país a partir del 1 de enero de 2019, dando con ello una prórroga más a PEMEX para seguir incumpliendo con su obligación.

Contar con diésel de ultra bajo azufre de 15 partes por millón en todo el país es materia pendiente desde hace más de 10 años. Desde entonces, PEMEX, en contubernio con las instancias gubernamentales del sector energético como la Secretaría de Energía y la CRE han utilizado múltiples argumentos y artilugios legales para seguir distribuyendo diésel contaminante, de 500 partes por millón de azufre.

Esta situación pone en grave riesgo a la población pues nos expone a altas concentraciones de material particulado, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre, entre otros. Además, la quema de este tipo de combustible afecta en términos de cambio climático debido a las emisiones de carbono negro, también conocido como hollín, el cual es un potente Contaminante Climático de Vida Corta.

En México Haz Algo creemos que no hay esfuerzos pequeños y que todos podemos ser parte de la solución. Si bien los habitantes de la Ciudad estamos obligados a ser más conscientes respecto del uso excesivo del auto, también es una realidad que, en un país donde ocurren al menos 17,700 muertes cada año por la contaminación del aire, no podemos debilitar las regulaciones encaminadas a proteger la salud de la población, la calidad del aire y el medio ambiente.

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*Cápsula de México Haz Algo en Tele Fórmula, 4 de enero de 2020.